Cuidemos nuestro cobre

Entre sus muchas funciones, el cobre ayuda a formar hueso, hemoglobina y glóbulos rojos, y trabaja de manera balanceada con el zinc y la vitamina C para producir elastina.
El cobre interviene en los procesos de curación, producción de energía, coloración del cabello y la piel, y sensibilidad a los sabores. Este mineral también se requiere para la salud de los nervios y de las articulaciones.
Una de las primeras señales de deficiencia de cobre es la osteoporosis.
El cobre es esencial para la formación del colágeno, una de las proteínas fundamentales de los huesos, la piel y el tejido conectivo.
Otras posibles indicaciones de deficiencia de cobre son anemia, calvicie, diarrea, debilidad generalizada, alteración de la función respiratoria y lesiones cutáneas.
La falta de cobre también puede aumentar el nivel de la grasa sanguínea.
Un consumo muy elevado de cobre puede ocasionar toxicidad, la cual se ha asociado con depresión, irritabilidad, nauseas y vomito, nerviosismo y dolores articulares y musculares.

El cobre es un oligoelemento necesario para la óptima salud del corazón. Diversos estudios demuestran que una deficiencia de cobre puede causar trastornos del músculo cardíaco y conducir a un bombeo ineficiente del corazón, alteración de la circulación sanguínea y niveles elevados de colesterol.
Las dietas bajas en cobre también tienen efectos negativos sobre el sistema cardiovascular.
El cobre mejora la elasticidad de los vasos sanguíneos, lo que ayuda a mantener un nivel adecuado de presión sanguínea.
Si la estructura elástica se debilita, la aorta y las demás arterias no pueden funcionar correctamente.
Una dieta rica en cobre contribuye a prevenir la arteriosclerosis y la hipertensión.
Asimismo, el cobre contribuye a mejorar el tono y la elasticidad del músculo cardiaco.
Este mineral es necesario para la producción de colágeno y elastina, dos moléculas proteicas indispensables para su correcto funcionamiento: el colágeno, que actúa como agente cohesionador de las células que forman las paredes del corazón, y la elastina, que es la que aporta elasticidad a las fibras musculares del corazón.
Se encuentra en gran cantidad en los alimentos.
Entre las fuentes alimentarias están:
almendra, aguacate, porotos, cebada, brócoli, ajo, lenteja, hígado, hongo, nueces, naranja, rábano, salmón, mariscos, soya (no transgénica) y vegetales de hoja verde.
Por ejemplo el Cobre esta en los hongos Champiñones en 5 mg por cada 100 gramos de ellos,
y el hígado de Ternera cocido es lo que mas tiene Cobre de los distintos alimentos,
encontrándose en el 15 mg por cada 100 gr.
La dosis recomendada para el adulto es de 5 mg por dia.
Asi que si tenemos una alimentación consciente no tendríamos que suplementario
Phyllis A. Balch. (1997). cobre.

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